Santiago, Chile – La reciente promulgación de la Ley Nº 21.591 ha generado un revuelo en la industria minera chilena. Esta legislación, que establece un nuevo esquema de Royalty Minero, teniendo profundas implicancias tanto para la industria como para el medio ambiente.

Un Cambio en el Panorama Tributario

La Ley introduce un Royalty Minero estructurado en dos componentes principales:

Ad valorem: Se aplica una tasa del 1% sobre las ventas anuales de cobre de aquellos explotadores mineros cuyas ventas superen el equivalente a 50.000 toneladas métricas de cobre fino.

Sobre el margen minero: Se trata de una tasa progresiva basada en la renta imponible operacional minera ajustada del explotador. Esta tasa varía según el margen operacional minero o las ventas anuales.

Este nuevo esquema reemplaza el Impuesto Específico anterior, diferenciándose principalmente por la incorporación del componente Ad valorem.

¿Quiénes se ven regulados?

La nueva ley regula principalmente a la mediana y gran minería del cobre, excluyendo expresamente a pequeños mineros, mineros artesanales y pirquineros. Además, es importante destacar que la explotación de otros minerales como el litio no se ve gravada por este nuevo impuesto.

Implicancias Ambientales y Sociales

Desde el punto de vista ambiental, esta ley podría incentivar prácticas mineras más sostenibles, ya que una parte de los ingresos generados se destinará a proyectos de protección medioambiental. Además, se espera que una parte de los ingresos se destine a proyectos de desarrollo regional, beneficiando a las comunidades cercanas a las operaciones mineras.

Conclusión

La Ley Nº 21.591 representa un cambio significativo en la estructura tributaria de la industria minera de cobre en Chile. Aunque su impacto total aún está por verse, es evidente que generará un profundo debate entre los diferentes actores involucrados. Lo que es seguro es que esta ley marcará un antes y un después en la minería chilena.